ConductiGlass
En un reactor esmaltado, las propiedades de aislamiento eléctrico del esmalte impiden el flujo de cargas hacia la tierra y fomentan su acumulación hasta tensiones muy altas que son peligrosas para el esmalte. Este problema de magnitud, uno de los últimos que quedaban en la tecnología de esmalte, está solucionado desde ya debido a la utilización de un nuevo tipo de esmalte llamado ConductiGlass®.
El principio de la solución ConductiGlass® consiste en aumentar la conductividad del esmalte a un valor lo suficientemente alto para permitir la descarga a tierra de las cargas electrostáticas creadas, impidiendo así su acumulación en la superficie del vidrio a un nivel de potencia peligroso.
Esto se logra con la añadidura de una pequeña cantidad de fibras muy delgadas de platino, dispersas de manera homogénea en todo el grosor del esmalte, el cual sigue siendo de vidrio estándar DD3009.
Estas fibras no están unidas, pero el grosor del vidrio entre aquellas es extremamente pequeño y se puede comparar con una red de micro-condensadores descargando en línea, dejando fluir dócilmente a tierra las cargas electrostáticas sin ningún daño para el esmalte.
El primer equipo de ConductiGlass® fue instalado en 1998, y en la actualidad operan más de 100 reactores, reemplazando recipientes dañados previamente por descargas electrostáticas, en actividades tan diferentes como la producción de medicamentos, pesticidas, resinas, componentes electrónicos, el uso de solventes como el tolueno, cloroformo, éter, n-heptano, benzeno, ...
Ventajas del ConductiGlass
- Una solución para prevenir daños del vidrio debidos a cargas electrostáticas
- Facil de implementar para cualquier tipo de equipo esmaltado
- Propiedad intrínseca continua de todo el grosor del esmalte durante toda la vida útil del equipo
- Controles dieléctricos y monitoreo de pruebas del esmalte son posibles